Observatori de l'Ebre

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Observatori de l'Ebre

La sismología es una rama de la geofísica que se encarga del estudio de terremotos y la propagación de las ondas mecánicas (sísmicas) que se generan en el interior y la superficie de la Tierra. La sismología incluye, entre otros fenómenos, el estudio de los mecanismos que generan tsunamis y la actividad volcánica.

La mayoría de terremotos y sobre todo los de mayor magnitud se producen en zonas de límites de placas, aunque también se producen en el interior de los continentes debido a reajustes de esfuerzos a través del movimiento de fallas.

 

La mayoría de los eventos sísmicos en la Península Ibérica se producen en el sur, como consecuencia de la interacción de la placa Euroasiática y Africana.  Dentro de la Península destaca la sismicidad que se produce en el Pirineo, consecuencia del empuje de África hacia el Norte, que  nos constriñe entre África y el resto de continente europeo. (Fuente: IGN)

 

Durante un terremoto se generan diversas ondas sísmicas, unas viajan por el interior de la Tierra: son las primarias P y secundarias S, y otras lo hacen por la superficie como las ondas Rayleigh y Love. Ondas internas: Las ondas internas viajan a través del interior, son las más rápidas. Siguen caminos curvos debido a la variada densidad y composición del interior de la Tierra. Este efecto es similar al de refracción de ondas de luz. Ondas Superficiales: Cuando las ondas internas llegan a la superficie, se generan las ondas L (longae), que se propagan por la superficie de discontinuidad de la interfase de la superficie terrestre (tierra-aire y tierra-agua). Son las causantes de los daños producidos por los sismos en las construcciones.

 

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Registro de un terremoto hipotético con las correspondientes llegadas primero de las ondas Primarias, después Secundarias y finalmente las ondas superficiales

 

Los terremotos se suelen producir en los primeros quilómetros  de la corteza terrestre (aunque también hay terremotos muy profundos asociados a zonas de subducción). El punto donde se produce la “ruptura” se denomina foco o hipocentro, mientras que ese mismo punto proyectado en superficie se denomina epicentro.

 

Cuando se registra un terremoto, las ondas sísmicas se propagan en todas las direcciones desde el hipocentro. El estudio de las ondas registradas permite localizar el epicentro y la profundidad a la que se ha originado el terremoto.

 

El estudio de los sismogramas permite conocer la distancia a la que se ha producido un determinado terremoto. La diferencia de tiempo entre la llegada de la onda P y S nos informa de lo próximo o lejano que ha sido dicho terremoto. Por lo que para definir perfectamente el epicentro de un terremoto es necesario un  mínimo de 3 estaciones sísmicas que lo registren.

La primera estación sísmica de Cataluña fue instalada en 1904 en el Observatorio del Ebro. A medida que ha ido avanzando la tecnología, se han actualizado los instrumentos y hoy en día sigue todavía en funcionamiento gracias a la colaboración con el ICGC.

Pese a que en un principio se pensaba que los movimientos sísmicos estaban relacionados con la actividad solar, pronto la comunidad científica comprendió que era la consecuencia de la propia dinámica de la corteza terrestre. Mucho han cambiado los equipos de detección de ondas sísmicas. En origen, se basaban en una serie de masas de gran tamaño suspendidas en una columna anclada al sustrato rocoso, que al producirse un terremoto oscilaban en unas dirección determinadas o componentes (N-S, E-W y vertical), caracterizando de este modo cualquier movimiento que se registrase.

 

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Sismómetro Mainka modificado, que estuvo operativo entre 1942 y 1965 en el Observatorio. Tanto los sensores N-S como E-W tienen un peso de 1500kg, sin embargo el sensor de la componente vertical (al fondo a la izquierda) pesa tan solo 635kg.

 

Afortunadamente en la actualidad, el avance en la tecnología ha permitido reducir considerablemente el tamaño de los equipos, aunque en esencia, el fundamento físico de una masa que oscila al recibir una onda sísmica sigue vigente.

 

Sismómetro con las tres componentes de registro en la estación del Observatorio del Ebro situada en Alcalà de Xivert (Castellón)

 

Igualmente, la forma en que se registran los terremotos también ha cambiado mucho en el tiempo.

 

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Izquierda: sistema de adquisición mediante una plumilla que registraba sobre papel. Derecha: registro sísmico del terremoto de San Francisco de magnitud 7.8 el 18 de abril de 1906 detectado en el Observatorio sobre banda de papel ahumado.

 

Mediante el uso de ordenadores, los eventos sísmicos son mucho mejor caracterizados y gracias al uso de softwares especializados, los distintos tipos de ondas son mejor identificadas y catalogadas.

 

Terremoto de M6.8 ocurrido en Hoshu, Japón el 16 de febrero de 2015. Las estaciones que lo registraron en orden descendente fueron: Poblet, Horta de Sant Joan, Escorca (Mallorca), Observatorio del Ebro y Mosqueruela (Teruel).

 

Actualmente, el Servicio de observación sísmica del Observatorio del Ebro mantiene las estaciones históricas del centro, entre ellas EBR con la colaboración del ICGC.  Además, también mantiene una red de reciente creación, que fue inicialmente dedica a la vigilancia sísmica en el entorno del almacén subterráneo de gas natural CASTOR. Para ello, se estableció en 2009 una red sísmica local que consta de diferentes estaciones pertenecientes al propio Observatorio y a las redes nacional del IGN y regional del ICGC.

 

Detalle de la posición geográfica de las estaciones que componen la red sísmica local. ALCN y ALCX son estaciones del OE, EBR es una estación que se gestiona conjuntamente entre el OE, que es propietario de los sensores y el sistema de transmisión de datos, y el ICGC, que ha facilitado el digitalizador, CMAS es una estación del ICGC y el resto son estaciones del IGN.